Como en una relación de dar y recibir, el sentimiento fue mutuo, pues ‘El Sol’, que parecía inalcanzable, no lo fue para quienes anoche se dieron cita en la Arena Monterrey, sobre todo para aquellas afortunadas que estuvieron en las primeras filas, ya que el astro regresó un poco de su cariño mostrándose accesible y feliz.
Eran las 21:10 cuando las luces se apagaron para recibir al cantante, quien de inmediato iluminó el recinto con una gran sonrisa y la galanura que lo distingue, despertando más que los gritos eufóricos de la audiencia que permanecieron durante toda la noche.
Apareciendo como de la nada, Luismi hizo acto de presencia en el escenario para dirigirse directamente a recibir de las manos de sus fans los ramos de rosas rojas que le regalaron.
Tu imaginación, de su más reciente disco, Cómplices, fue la primera melodía de la memorable velada que inició luciendo elegante y sobrio como ya es su costumbre, enfundado en un traje negro. De inmediato puso a bailar a sus seguidores con Suave, mientras que se acercaba para saludar a quienes estaban adelante.
Con gestos y señas, Luismi incitaba a las miles de personas a hacer barullo, aun sin ser necesario, pues los ánimos no decayeron ni un minuto durante las casi dos horas de su espectáculo.
“¡Muchas gracias, Monterrey!”, fueron sus primeras palabras, “es un placer para mí regresar, gracias por acompañarme, es un placer pararme en este escenario y cantar los temas que ustedes han hecho parte de su vida y de la mía”.
Después dio un pequeño adelanto de lo que se disfrutaría durante la noche.
“Habrá un poco de todo, baladas, bolero… mariachi. ¡Qué público tan bello, tan incondicional!” .
Totalmente dueño del escenario, complació a todos.
Así siguió con Si te vas, y mientras entonaba la canción se acercó a una pequeña, quien pudo darle un beso en la mejilla.
Como siempre, tratándose de Luis Miguel, el romance no podía quedar fuera. Hasta que me olvides fue uno de los más coreados de la noche, después el saxofón anunciaba un popurrí de sus temas más románticos: No me platiques más, No sé tú y El día que me quieras levantaron suspiros y uno que otro piropo para Mickey, quien interpretó las baladas con gran sentimiento.
Otro popurrí de canciones se hizo presente, esta vez para bailar: Inolvidable, Bésame mucho y Amor, amor, amor, con los que siguió elevando los ánimos y la temperatura. En una pequeña pausa, Luismi aprovechó para cambiar su atuendo. Esta vez volvió a provocar la euforia con saco en color blanco, para interpretar Pensar en ti, Te necesito y Amarte es un placer.
Para sorpresa de muchas, ‘El Sol’ decidió regresar un poco del amor que le demuestran sus seguidoras y comenzó a regalar rosas blancas.
Entrégate y La incondicional fueron temas que no podían faltar y los incluyó en su setlist antes de seguir con sus canciones más recientes.
“Ahora les voy a cantar algunos temas de mi más reciente disco, Cómplices, de las más hermosas”, dijo antes de seguir con Bravo amor bravo, Estrenando amor y Si tú te atreves, primer sencillo del material que lo ha llevado por una maratónica gira que inició desde septiembre del año pasado.
Uno de los mejores momentos de la noche fue cuando el mariachi lo acompañó para interpretar temas ya clásicos como Si nos dejan, ligada a Échame a mí la culpa, Sabes una cosa, además de La Bikina y El viajero, cantada a todo pulmón por su gran coro.
La noche ya estaba a punto de concluir, pero antes bailó al ritmo de Qué nivel de mujer y Será que no me amas, para luego despedirse de su público, pero sólo durante unos momentos, pues regresó para seguir con Es mejor y terminar la velada, a pesar de que sus seguidores se quedaron con ganas de más.
Lo cierto es que tal vez horas y horas de concierto también resultarían insuficientes para disfrutar de Luis Miguel.
