El Forum Mundo Imperial de Acapulco se vistió de gala con la presencia de Luis Miguel, quien a pesar de ofrecer el mismo espectáculo de los 12 conciertos anteriores en el Auditorio Nacional del Distrito Federal, logró cautivar a los acapulqueños que se desbordaron de emoción al recibir a un cantante accesible y con quien recorrieron musicalmente 30 años de trayectoria.
En punto de las 21:40 horas y ante cuatro mil personas —que pagaron entre 4 mil 800 y 700 pesos un boleto— Luis Miguel apareció sobre el escenario, ataviado en un traje negro, iluminado por seis pantallas de Led al fondo, para interpretar el tema “Mujer de fuego”, ante los gritos eufóricos de los asistentes.
Encendió los ánimos con el tema “Suave”, a la par de mostrarse disgustado por las fallas de sonido que intentaba corregir mientras cantaba, dando sutiles instrucciones a su equipo. “Si te vas” fue el tema previo a su primer contacto verbal con el público:
“Buenas noches Acapulco ¿Tienen ganas de cantar y de bailar? ¿De qué más tienen ganas? Gracias por la oportunidad de estar aquí nuevamente y poder hacer lo que sé, que es cantar”, dijo el famoso Sol.
Estas palabras dieron paso a su promesa de “llevarlos a un lugar romántico, siempre y cuando hagan un dueto conmigo. Vamos a medir la pasión a través de las pantallas (apareció un medidor mientras los invitó a gritar). Me siento como en la sala de mi casa, muy íntimo y ahora les voy a cantar un bolero”.
Inmediatamente cantó una mezcla de “Tres palabras”, “Contigo a la distancia”, “No sé tú” (en donde dejó que el público cantara la mitad del tema). “Por debajo de la mesa”, “La gloria eres tú” y “Bésame mucho”, fueron otros de los boleros que llevaron al público a un viaje al pasado.
El momento de un Luis Miguel amable y sencillo llegó, y las afortunadas en disfrutarlo fueron las mujeres que ocupaban las butacas de las primeras filas, a quienes el astro las tomó de la mano, mientras recordaba, a través de un popurrí, los temas “Un hombre busca una mujer”, “Cuestión de piel” y “Oro de ley”.
Pero quizá el momento más climático de la noche se dio con dos de los temas que consolidaron su carrera: “Entrégate” y “La incondicional”, que hicieron del recinto un coro monumental.
El dueto virtual con Frank Sinatra en la canción “Come fly with me” y su interpretación de “Yo te necesito”, le permitieron abandonar el escenario y dar paso al momento más mexicano, que tuvo como ingrediente principal al mariachi.
Después de una introducción con “El son de la negra”, el intérprete regresó sin saco y sólo con su camisa y chaleco negro para cantar “El rey”, “Que seas feliz”, “Y”, “De qué manera te olvido”, “La Bikina”, “Viajero”, “Cielito lindo”, “Que bonita es mi tierra” y “Viva México”.
Poco después, el momento ochentero llegó y con ello los temas “Decídete”, “Muchachos de hoy”, “Ahora te puedes marchar”, “La chica del bikini azul”, “Isabel” y “Cuando calienta el sol”, pusieron de pie a los asistentes, quienes bailaron y cantaron acorde al ritmo de cada tema.
“Buenas noches Acapulco, muchas gracias a todos” fueron las últimas palabras de la noche, antes del encore.
Mientras los papeles tricolores caían y cubrían las primeras filas del recinto, a la vez que la música llegaba a su fin, sus propios músicos incitaban al público a pedir otra canción, y esto funcionó.
El Sol volvió a salir, ahora para interpretar “Labios de miel” y entonces sí, cerrar este espectáculo que obtuvo una gran respuesta del público de Acapulco, un puerto que el artista no duda en presumir en el mundo entero.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario