Cuando fue que Luis Miguel, de 42 años, el cantante más importante de habla hispana, se convirtió en este señor que vimos esta semana en las revistas con nueva novia. Irreconocible con un rostro muy distinto en tan poco tiempo.
Ni siquiera se puede decir que le quedó mal una cirugía, no es eso, está todo cambiado, su sonrisa, su mirada, su forma de moverse en el escenario y su relación con la prensa. Eso sí, su voz sigue inalterable y su canciones serán clásicos de la música por siempre.
Luis Miguel arrancó en la música siendo un niño y su éxito fue inmediato en todo el continente, enseguida se lo denominó "el rey Sol" de México. Con una historia personal casi como si fuera una película, su leyenda fue creciendo: con una madre que lo dejó y nunca se supo más de ella, la controversia por su nacionalidad, México y Puerto Rico se lo disputaron, hasta que se supo que su lugar de nacimiento fue San José de Puerto Rico.
Una vida llena de romances de mujeres famosas blanqueadas, pocas y ocultas, muchas, Daisy Fuentes, Aracely Arambula, Mariah Carey, Salma Hayek y ahora Lucila Polak, la mujer que hasta hace semanas era la novia de Al Pacino.
No hay un momento en el cual se vea cual fue el periodo en que su fisonomía cambio para siempre. Luego de su suceso mundial con "Romance", el primer disco de boleros con el cual rompió todos los récords, su carrera se catapultó y lo terminó de convertir en una estrella internacional.
A partir de ahí tal vez las exigencias de la fama, la vida de gira y conciertos lo fueron "mutando" hasta convertirlo en el hombre que vemos hoy, con una cara casi irreconocible, sus fanáticas lo adoran igual, su aspecto no es el mismo, pero gracias a Dios su voz sigue inalterable, por lo tanto el mote de Rey Sol, todavía le calza a la perfección.
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