Con un estadio Olímpico abarrotado a toda capacidad, el astro mexicano Luis Miguel hizo aparición en escena justo a las 9:26 de la noche, ataviado por un impecable traje negro y corbata a rayas.
Aunque el recital se inició con hora y media de retraso, el artista compensó a la abultada concurrencia interpretando sus éxitos más conocidos durante dos horas ininterrumpidas.
Como es ya tradición en sus espectáculos, apenas si saludó al público fugazmente, para luego entregarse sin tregua a interpretar temas tan emblemáticos como La incondicional, Amarte es un placer, Como duele, Encadenados, No sé tú, La puerta, El reloj, Si tú te atreves, Sabes una cosa, Echame a mi la culpa, El Viajero, Entrégate, Todo y nada, Pensar en ti, Yo que no vivo sin ti, Culpable o no, entre muchas otras de las canciones que lo han consagrado como el artista hispano de mayor popularidad en estos tiempos.
La gira "Complices 2008" rompió de este modo un record que estaba en poder del propio Luis Miguel, pues en enero del 2002, de la mano del hoy reo Ramán Báez Figueroa, se convirtió en el primer artista en llevar sobre las 50 mil personas a un estadio dominicano, en este caso al Quisqueya, en un solitario miércoles, cuando a la sazón se presentó en el marco de su tour "Mis romances".
En esta oportunidad los críticos estiman en alrededor de 80 mil la cantidad de personas que reventaron a más no poder el estadio Olimpico de la capital dominicana.
De hecho, reportes indican que al menos unas mil personas se quedaron fuera del lugar por falta de espacio. El empresario Saymon Díaz, suma de esta forma una nueva conquista a su ya notable prontuario.
De igual manera, la empresa Claro sale gananciosa en términos publicitarios, pues su patrocinio al espectáculo quedó resarcido con la histórica atencion ganada por el mismo.
Virtualmente el país completo se paralizó ante la presentación de Luis Miguel, cuya actitud misteriosa y escurridiza, le agencia siempre un interés mayor al de los demás artistas por parte del público que acude anhelante a ver al ídolo de multitudes debido a su exiguo contacto con los medios de comunicación.
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