Luis Miguel llegó bromeando a la conferencia de prensa que dio ayer en Las Vegas. "Estoy encantado de estar aquí... y de estar vivo", dijo entre risas, haciendo alusión a su estadía en la clínica Cedars Sinai de Los Angeles en abril pasado. Esta era su primera aparición pública desde su hospitalización, que estuvo rodeada de rumores sobre su gravedad. Ante ese tema, el cantante fue escueto y aseguró que "quiero mandar un mensaje bien claro a mis fans: no deben creer nada de lo que oyen y escuchan. Se crean tantas cosas a mi alrededor, de mi persona, que no estoy para salir y aclarar nada. Sería caer en su juego y mañana pueden inventar otra cosa".
La reaparición del intérprete de La incondicional no es gratuita: hoy sale a la venta su nuevo disco, Luis Miguel, y en las próximas semanas comenzará una gira que lo tendrá en Santiago para dos shows, el 17 y 18 de noviembre. "Es una maravilla ir a Chile, tengo amigos allá y un público importantísimo, siempre lo ha sido", dijo el artista sobre su próxima visita, durante la conferencia, y agregó que planea visitar viñedos locales y que el repertorio de los recitales incluirá gran parte de la nueva placa.
Sus afirmaciones sobre su recepción en el país tienen raíces concretas. El cantante no sólo ha vendido más de dos millones de discos a lo largo de su carrera en Chile, sino que además su nuevo álbum llega a las tiendas locales con disco de oro asegurado (5 mil copias facturadas por pedidos de tiendas), según datos de su sello, Warner Music. El cantante dijo que esta era la primera vez que le ponía su nombre a un disco, pero que lo hizo porque "me pareció que era lo mejor".
El álbum ofrece 10 temas que se inscriben estrictamente dentro del repertorio más familiar del cantante. Así, las canciones Como me gustas, No existen límites y De quién es usted tienen una innegable deuda con el bolero (de hecho, las dos últimas son de autoría de Armando Manzanero). Mientras que el primer single, Labios de miel, y Mujer de fuego, lo acercan al funk estilizado y bailable que lo caracteriza. Es por ti, incluso, tiene un sospechoso parecido con uno de sus éxitos de 1993, Suave. Como acostumbra desde hace un tiempo, el intérprete estuvo involucrado en todo el proceso: produjo la placa y también firma, en colaboración con otros compositores, la mayoría de los cortes.
Sus próximos conciertos en el Movistar Arena también hablan de su arrastre en el país. Ayer ya no quedaban ni las localidades más caras (Diamante, de $ 240 mil, las más costosa en la historia de los conciertos en el país) y tampoco las más baratas (Tribuna, de $ 18 mil). De mantenerse ese escenario, se pondría en marcha el plan que tenían los organizadores de sumar hasta dos citas extra a la estadía del artista en Santiago. Ese fue el modelo que utilizó en su última visita a Chile, en 2008, cuando realizó cuatro conciertos en ese mismo recinto, y al que convocó un público de más de 50 mil personas. Los conciertos son parte de un tour sudamericano que, además, tendrá fechas en Lima, Perú, el 4 de noviembre, y varios recitales en distintas ciudades de Argentina.
El cantante está en Las Vegas para, a partir de mañana, realizar una serie de tres presentaciones en The Colosseum del hotel casino Caesar's Palace. Esos shows no serán los mismos que se verán en Santiago. Se trata de conciertos para conmemorar el Bicentenario de México, que se celebra el 16 de este mes. Por eso el repertorio tendrá un acento en la tradición, con mariachis sobre el escenario.
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