jueves, marzo 15, 2012
El 'Sol' iluminó la noche quiteña
Con su concierto esta noche en el estadio Alberto Spencer de Guayaquil, Luis Miguel cierra su periplo por Ecuador. En la capital fue ovacionado.
Desde veinteañeros hasta setentones disfrutaron la noche del pasado martes el concierto de Luis Miguel en Quito. Abuelos que fueron al coliseo General Rumiñahui de la mano de sus hijos y nietos reflejaron la amplia convocatoria del cantautor mexicano.
Fueron casi treinta canciones –entre boleros, baladas románticas, otras más movidas y hasta un mano a mano con Frank Sinatra– las que resumieron los 30 años de trayectoria del Sol de México. Solo faltó su faceta de mariachi. Al final, el público quiteño salió satisfecho.
El espectáculo se inició a las 21:00, con la presentación del cantante ecuatoriano Daniel Páez, quien interpretó tres canciones.
Tras su despedida, el escenario quedó en tinieblas por unos minutos, hasta que tres pantallas colocadas en el fondo y a los lados de la tarima pasaron una cascada de los videos de los éxitos ochenteros y noventeros de Luis Miguel. Las imágenes de No sé tú, La incondicional, Tengo todo excepto a ti y Suave se sucedían con la música en vivo de la orquesta como fondo.
El público explotó de la emoción y más, cuando en medio de la oscuridad una luz se centró en el ídolo, que ingresó al escenario con un terno ceñido negro, y camisa y corbata de ese mismo color, cantando Te propongo esta noche. Entonces las luces dejaron ver la totalidad del escenario, que estaba forrado de negro. Solo una pequeña mesa colocada en el centro, cubierta con un mantel negro y que sostenía unas flores blancas adornó la tarima. La orquesta estuvo compuesta por una batería, un bajo, una guitarra, dos órganos, cuatro instrumentos de viento, una corista y un percusionista.
Luego de la bienvenida y de medir la pasión del público con un contador electrónico proyectado en las pantallas, cuya pluma subía con los gritos de los fans, Luis Miguel dio paso a un popurrí de boleros.
Le siguieron tres baladas románticas y luego, una sorpresa. En las pantallas apareció la imagen en blanco y negro de Frank Sinatra avejentado, que cantaba el popular foxtrot Come fly with me. Las voces intercaladas del norteamericano fallecido en 1998 y del mexicano no calaron en el público, que esperaba bailar con los éxitos de este último.
Al mano a mano le siguió un popurrí de baladas románticas que inició con No me puedes dejar así –a la que le siguieron, entre otras, Palabra de honor, Entrégate y Un hombre busca una mujer– y terminó con Oro de Ley.
Luego, el escenario se oscureció y la banda interpretó una larga introducción de No existen límites, mientras las pantallas reproducían imágenes de naturaleza. Tras varios minutos, Luis Miguel salió de nuevo con una chaqueta de terciopelo negro y sin corbata.
Así inició la recta final, las baladas movidas. Qué nivel de mujer, Si no supiste amar se sucedieron entre otras hasta terminar con Cuando calienta el sol.
Fue el clímax del concierto, tras del cual se despidió. Pero ante la insistencia de otra canción por parte del público, el mexicano cantó Labios de miel, de su último disco.
Para Elsa Zapata, de 70 años, quien fue al concierto con su hija y su nieto, el show estuvo excelente. Solo le faltó cantar las rancheras, acotó. “Me hubiera encantado escuchar Pero sigo siendo el rey”, acotó. Los mismo opinó Celia Andrade, de 50, quien fue con sus hijas, las cuales han escuchado a Luis Miguel desde que estaban en la cuna. Ella extrañó La Biquina.
Mientras que el cuencano Marcelo Sarmiento, de 24, quien se vino desde su ciudad solo para el concierto, no le puso peros a nada. Para él, “Luis Miguel es un ídolo, el mejor cantante de la historia”.
Datos
Las puertas de acceso al coliseo General Rumiñahui se abrieron más tarde de lo previsto. Gisella Heredia, vocera de Top Shows (la empresa que organizó el concierto), explicó que se debió a que hubo un inconveniente técnico con la planta eléctrica que daba soporte a las luminarias. Tras el arreglo, se dio paso al ingreso del público.
Apenas culminó su show, Luis Miguel salió de la capital en su avión hacia Guayaquil. Arribó, aproximadamente, a las 00:30 de ayer.
El estadio Alberto Spencer se abrirá desde las 17:30.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario