El Sol de México, Luis Miguel, a sus 41 años y con 30 años de trayectoria, se ha mantenido la mayor parte de su vida en lo alto y aunque en ocasiones se ha escondido, ha logrado que su luz permanezca.
El apelativo solar de Luis Miguel Gallego parte de su personalidad: encantador y a la vez arisco, abierto con su público y evasivo con la prensa, con las puertas abiertas de su corazón para entonar sus boleros o temas de géneros pop, regional mexicano, o big band, y una polémica vida sentimental. El astro, que dará conciertos en Guayaquil y Quito esta semana, no ha encontrado todavía un cielo donde quedarse.
Desde los 12 años supo lo que significaba ser un cantante al grabar su primer disco, 1+1=2 enamorados, y a los 15 ganó su primer Grammy por el sencillo Me gustas tal como eres, interpretado a dúo con Sheena Easton. Ese año arrastró una estela de galardones, entre ellos, la Antorcha de Plata en el Festival Viña del Mar de Chile, cita musical referente de Latinoamérica en la que participó, otra vez, el mes pasado y en la que causó polémica por sus ya conocidas extravagancias.
En el marco de su gira 2012 ya ha cautivado a miles de espectadores de Uruguay, México, Costa Rica, Panamá y Brasil, y pronto lo hará con el público de Ecuador, al que no le ha dado un show en vivo desde el 2004. En ese año, como parte de su Gira 33, derrochó energía en el entonces llamado Estadio Modelo ante unas 20.000 personas. No tuvo muchas exigencias aparte de requerir agua francesa marca Evian y películas antisolares en las habitaciones de él y de sus colaboradores.
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