martes, mayo 01, 2012
Un flechazo llamado Luis Miguel
Luis Miguel (San Juan, 1970) sedujo anoche a las más de 5.000 personas que se dieron cita en la plaza de toros de Palma. Su potente y brillante voz, su pose en el escenario y su elegancia provocaron el éxtasis entre el público femenino, mayoría en una noche con sabor latino en la que el llamado ´Sol de México´ regaló sus temas más conocidos.
"Vamos a tocar un poco de todo. Habrá variedad", avisó nada más empezar el cantante mexicano –nacido en Puerto Rico– en su estreno en Mallorca, en el tercer concierto de su gira española tras los ofrecidos en Santiago de Compostela y Cáceres. El recital del Coliseo Balear comenzó con veinte minutos de retraso, tiempo que los espectadores, muchos mexicanos y argentinos, algunos con banderas, aprovecharon para hacer ´la ola´ y ensalzar, voz al viento, a su ídolo. En cuanto éste apareció sobre el imponente escenario, la plaza estalló. Da igual que abriera la velada con Suave, porque el concierto arrancó fuerte, intento y fogoso.
De traje oscuro, pelo engominado y peinado hacia atrás, repartiendo besos y sonrisas, y recibiendo por respuesta una continua catarata de piropos. "Buenas noches Palma de Mallorca. Bello público, gracias a todos por estar conmigo y acompañarme en esta gira. Veamos qué tal están de ánimo", soltó Luis Miguel antes de interpretar el bolero Tres palabras, uno de los temás más románticos de su repertorio, que concluye con aquello de "cómo me gustas".
Con La barca llegó uno de los momentos mágicos de su actuación: el público, sobre todo las primeras filas, hicieros suyos los versos, los de "hasta que tú decidas regresar", para dejarle claro a la estrella que ellos también querían brillar. No sería el único ejercicio de karaoke. "Vaya dueto", les confesó un Luis Miguel sorprendido de la respuesta de sus incondicionales, quienes también le obsequiaron con una enorme pancarta en la que podía leerse: "Mallorca LM (Luis Miguel) contigo".
Lejos de encerrarse en sí mismo, el intéprete de Bésame mucho, Amor, amor, amor o el clásico La chica del bikini azul se acercó a sus fieles. Una de las mujeres que durante horas hizo cola para estar cerca del mexicano le brindó un gran ramo de flores. Luis Miguel no lo soltó hasta que acabó la canción para luego dejarlo en un lugar bien visible, sobre una mesilla en la que también había toallitas y una copa de vino.
Dos grandes pantallas instaladas a los lados del escenario y un potente equipo de luces ayudaron a que la velada transcurriera por la senda de la espectacularidad, con momentos muy románticos, como cuando interpretó Somos novios. El concierto no defraudó y la relación de amor entre artista y público se afianzó aún más después de ver su directo. Estrella y respetable se fundieron, finalmente, con Labios de miel.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Que suerte haber tenido a Luis Miguel en la isla, nosotros nos hemos quedado con la ganas, a ultima hora nos han suspendido el concierto de Gran Canaria y nos hemos quedado con billetes de avión comprados desde Fuerteventura, esto no se hace, nos han dejado sin cita despues de tanto tiempo.
Publicar un comentario